La cueva

Josué Baldizón
5 min readApr 30, 2021

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La cueva es un lugar para ver más claramente

De la soledad a la solitud, de la desolación a conectarnos unos con otros. Todo esto puede pasar en la cueva. Qué importante es entonces la cueva! La búsqueda de la vida, las preguntas (QUEST — QUESTIONS) En la tradición las comunidades hacían esto, irse a la cueva, hacer unas cuevas (skellig, Subbiaco). De ahí las cuevas neolíticas, tal vez a muchos como a mí, no nos tocó hacer una cueva, sino que la cueva vino a nosotros. Es una nueva dimension, hace más frio, es más oscuro, hay misterio y asombro, todo es nuevo, no se sabe que hay ahí. Estando en Monterrey, nunca voy a olvidar cuando un grupo de amigos que éramos parte de un programa de jóvenes en un verano subimos el cerro de las Mitras, fue toda una aventura y pasamos por una cueva, el aire es más frio y no ves nada, solo una pequeña linterna te guía para no caerte, tenés que estar justo detrás del otro para no ir por otro lado, saliendo de la cueva, ves todo diferente. En la interioridad, nos fascina, es una aventura, lo desconocido, lo incierto. También hace que el cerebro se reconecte y mucho en la ciencia están hablando de esto, al hablar de la meditación, hace que regrese el lado activo (la parte derecha del cerebro) se reinicia y empieza el balance.

Estar en una cueva te hace asombrarte por lo ordinario, nos da un sentido de que ahí podríamos ir cuando nos sentimos asustados, donde buscamos seguridad, fuerza, alimento. Como le pasó a Elías en 1ra Reyes 19 que temía por su vida, y la gran pregunta que Dios le hace: “¿Qué haces aquí, Elías?” Y después mostrándole donde estaba Dios, al final diciéndole donde ir y que hacer, pero se encontró con Dios, con el Dios espiritual que estaba en la suave brisa. La solitud y la comunidad, y ahora mi gran pregunta ¿qué hay adentro de mí?”, empieza entonces la aventura de la interioridad, la simplicidad, lo estable y la auto-consciencia. “Sentáte en tu celda (cueva) y tu celda (cueva) te lo enseñará todo”. La celda es la realidad interna de la cueva. La soledad es una fallida solitud. “Todos los problemas de la humanidad tienen su fuente en la inhabilidad del hombre para sentarse solo y calladamente en un cuarto” Blaise Pascal

Y aquí vemos la necesidad de ser monjes, un monje es alguien que se pregunta siempre que es un monje, tiene esa pregunta, verdaderamente busca a Dios, tiene disciplina para ser un discípulo, ama su cueva, participa en la comunidad de la tradición, ama el silencio, habla la verdad en el amor, es separado, suelto, desinteresado pero un amante apasionado, tiene una sagrada promiscuidad (sin malinterpretar, la amistad de San Pablo con todos).

Y aquí la breve regla de San Romualdo, que me parece irresumible:

“Siéntate en tu celda como en el paraíso. Aleja de la memoria el mundo entero, y déjalo a tus espaldas. Vela sobre tus pensamientos como el buen pescador vela sobre los peces. El único camino, el salterio: no lo abandones jamás. Si no puedes alcanzarlo todo o no has alcanzado lo que querías, ya que has venido aquí lleno de un fervor de novicio, busca cantar los salmos en el espíritu, con el corazón, y comprender en la inteligencia ahora un punto y luego otro. Y cuando al leer comiences a distraerte, no abandones; más bien corrígete rápidamente buscando comprender. Ponte ante todo en la presencia de Dios con temor y temblor, como quién está en la presencia del emperador. Vacíate y anúlate totalmente y siéntate esperando, contento, sólo por la gracia de Dios e incapaz,como el niño que si no es su madre quién lo alimenta, no prueba nada ni come nada.”

Bueno sí se puede resumir sería asi; pudiera decirse que es integrar la mente al corazón, poder llegar a decir: “nosotros tenemos la mente de Cristo” y se empieza memorizando, en inglés se dice “learning by heart” como aprendiendo por el corazón, la idea es que se vuelva parte tuya, tu esencia. Conocés tu cueva cuando la amás. “Siempre respira a Cristo” decía San Antonio el Grande y puede ser así que tu mente se abre, es entonces cuando todo se acalara, volver a la imaginación simbólica, a la inteligencia simbólica, a la parte activa de nuestro cerebro, a la verdad, aleteia, y así se clarifica, se purifica, se limpia.

¿Dónde está la cueva? Podés ver los recursos con los que contás, lo que tenés, y eso puede ser la cueva, mientras vayás hacia el interior. O lo siguiente puede explicarlo más aún, serviría mucho leerlo en el sentido cristiano para no confundirse:

Aquí la traducción: El ser luminoso habita en la cueva del corazón y es conocido porque se mueve ahí. Es el que sostiene todo, porque en su centro todo se mueve, respira y parpadea. Cuando él brilla, todo lo demás brilla después de él, por su luz todo es iluminado.

Y una última:

Aquí la traducción: A través del vidrio para verse.

Cada vez que nos miramos en el espejo nos vemos a nosotros mismos. El propósito de la meditación es quebrar el vidrio para que ya no veamos los reflejos de las cosas y empezar a ver hacia atrás, incluyéndonos.

Jesús nos enseña el superar la autoconsciencia, el propio reflejo. Esto nos lleva a la meditación. No queremos vernos en el espejo para ver todo hacia atrás para el resto de nuestras vidas. Queremos ver más allá de eso, más allá de nosotros. Queremos mirar con valentía dentro del misterio infinito de Dios.

John Main — Momento de Cristo.

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Cristiano Católico. Vida Comunitaria. Nicaragüense. Ingeniero Civil. Ex-Misionero. Desde el 2005 tengo un propósito en mi vida.

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